POR: LILIANA HERNÁNDEZ
FOTO: CORTESÍA
La creatividad es algo que se desarrolla desde pequeños y Crayola nos ha acompañado en las diferentes etapas de nuestro crecimiento, brindando todas las herramientas necesarias para construir nuestros sueños, recuerda que cada sueño y cada historia comienza con un trazo.
Desde niños, tenemos la oportunidad de desarrollar nuestras habilidades con el simple uso de un papel y colores hasta encontrar lo que más nos gusta y a lo que somos más afines, tal es el caso de Flor y Leo: los nuevos integrantes de la familia Crayola.
A Flor desde niña le ha gustado jugar con bloques, cajas de cartón y material reciclado para crear casitas, edificios y estructuras que a sus ojos son inmensas creaciones de lo más divertido y grandioso, su lema es crear una y otra vez. Cuando Flor crece, vuelve realidad su sueño de ser arquitecta, plasmando su imaginación que desde pequeña tenía de realizar los más grandes edificios.
Por otro lado, se encuentra Leo, un niño que es fanático de los animales desde pequeño y su mejor amigo es un periquito llamado Lolo. El sueño más grande de Leo, es ver a Lolo volar entre árboles sin la necesidad de vivir encerrado. Por ello, al crecer se decide a estudiar medicina veterinaria para poder dedicarse al cuidado y protección de los animales que tanto amaba. Su gran amor por los animales, lo llevó a estudiar veterinario para poder ofrecer una mejor vida a las aves, luchar por su libertad y felicidad.
La historia de Flor y Leo se unen cuando ella es profesionista y realiza un aviario donde puede albergar muchas aves en peligro de extinción. Por otro lado, Leo que ya es un gran veterinario, es el responsable de estas aves. Aunque cada uno desarrolló habilidades muy distintas, sus historias se entrelazan por el sueño de hacer el bien y regresarle algo al planeta, reforzando la idea de que las cosas siempre triunfan cuando se realizan en equipo y con creatividad.
“Crayola se enorgullece de las historias como la de Flor y Leo porque gracias a que siguieron a su imaginación lograron transformar ideas originales en formas visibles logrando sus más grandes sueños, por lo tanto, el corazón de la marca acompaña a estos pequeños en cada etapa de su vida; desde el uso de crayolas hasta plumones de colores, ya que los ha impulsado a crear y a seguir creando” menciona Adrián Romero, director de marketing para Crayola México y Latinoamérica.
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