La historia y la herencia del estado de OAXACA seduce con su inagotable riqueza natural y mosaico de tradiciones y expresiones artísticas…No hay una festividad que reúna tanto arte, color, folclore, sentimiento, cultura y solidaridad como “La Guelaguetza”, la madre de las celebraciones tradicionales del estado...
El término “La Guelaguetza” encuentra su etimología en la palabra zapoteca
‘guendalezaa’ que se asocia a la acción de compartir con honestidad un ‘presente’ o una ‘ofrenda’… El origen de esta milenaria fiesta de hermandad se remonta a tiempos prehispánicos. La cultura zapoteca efectuaba un ritual llamado “Daninayaaloani” o “Cerro de bella vista”, en honor a la Diosa Centéotl (deidad del maíz).
A lo largo del mes de julio del 2024, la ciudad de Oaxaca de Juárez es el epicentro
cultural y el escenario perfecto para abrazar el corazón y la algarabía de sus habitantes
procedentes de las 8 regiones que la componen: Valles Centrales, Sierra Juárez
(Norte), La Cañada, Tuxtepec, La Mixteca, La Costa, La Sierra (Sur) y el Istmo de
Tehuantepec. En el Cerro del Fortín, se efectúan diversas manifestaciones artísticas y
culturales, destacando el espectáculo folklórico El “Bani Stui Gulal” (que representa
el paso del tiempo) y la historia de amor y valentía de la princesa “Donají” (hija del rey
zapoteca “Cosijoeza”). Cabe mencionar que durante los espectáculos también se
admira la belleza de los trajes típicos de las ocho regiones; y el sello indeleble de las
joyas que lucen las mujeres oaxaqueñas.
El catálogo internacional de la marca Oro de Monte Alban incluye piezas impecables
de sus colecciones: Prehispánica, Colonial y Filigrana, realizadas a mano por sus
orfebres. Joyas con historia, de exquisita belleza y perfectas para lucir con cualquier
atuendo y celebrar la máxima fiesta “la Guelaguetza 2024”.
Un homenaje a Oaxaca a través del collar inspirado en los tapetes de
Teotitlán Del Valle, elaborado a mano, que simboliza el ciclo de la vida.
Oro de Monte Alban rinde tributo a la belleza de la mujer oaxaqueña con sus
clásicas arracadas, elaboradas con la técnica orfebre filigrana.
La mítica Cruz de Yalálag, pieza que evoca tres sentimientos en su diseño:
fe, esperanza y generosidad.
Ahogador compuesto por monedas llamadas maximilianos creadas en oro o
plata y que lucen la imagen del emblemático “ángel de la independencia”, y la
delicada belleza de la filigrana.
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