Con desvelo, prisa, estrés, cansancio y, peor aún, con frustración de que a pesar de todo ello, los resultados no sean los que persiguen; es como se vive en un mundo tan ajetreado. La productividad está casada con la eficiencia, y entre ambas existe un agente en el que transitamos y del que tomamos poca conciencia: el tiempo. Así que el reto es trabajar menos y obtener mejores resultados, y quien nos llevará por esa técnica es Pamela Romo, CEO de Querida.
De acuerdo con la academia en línea Acuity Training, sólo el 82% de las personas tienen un sistema de gestión del tiempo. De hecho, sólo un 33% tiene una lista de pendientes, el 25% hace aquello que le parece importante y un 24% sigue su día de acuerdo al orden en el que recibe los temas por su correo electrónico. Decir “no tengo tiempo” es muy común, aunque si consideramos que el día tiene 1440 minutos, y si sólo tomamos el 1% de ellos, que son casi 15 minutos, podríamos planear y obtener el control para el resto de la jornada.
“Personalmente, no trabajo antes de las 10 de la mañana para procurarme una slow morning. Antes de esa hora llevo a mis niñas a la escuela —soy mamá de 3 y estoy en espera de mi cuarta hija—, hago yoga, me cambio, desayuno y comienzo mis labores, aunque sé que a las 2 de la tarde termino de trabajar para volver a conectarme con mi familia. Obviamente no llegué a este punto de la nada, hace 10 años vivía mi primer embarazo, no tenía ingresos, me había mudado a otro país y, sin pelear con esa realidad, afronté mis prioridades y me di a la tarea de dedicar dos horas diarias a la creación de unas etiquetas”, relata Pamela.
Actualmente es dueña de Querida, un concepto creativo con el que abarca desde una línea de papelería, una comunidad con sus propios canales como newsletter, conferencias o eventos digitales para compartir tips de gestión del tiempo, liderazgo, autoconocimiento y emprendimiento, y del que se desprende Agenda Querida, un producto de organización inspirado en su historia y la de muchas mujeres.
Trabajar menos y mejor requiere de organización y disciplina, la especialista asegura que ante este “compromiso”, no se puede desperdiciar el tiempo. Así que algunos pasos a seguir dentro de su técnica son:
Generar una estructura: En este paso debes establecer cuántas horas le vas a dedicar a cada área de tu vida. Debes asignar un horario a la familia, otro para el trabajo y definir qué espacio será solamente para ti.
Priorizar los pendientes: Lo que me funcionó fue iniciar por lo asuntos más chicos mientras me adaptaba a cumplir con los horarios. El aprendizaje lleva a separar lo urgente de lo importante. Lo primero por hacer es lo urgente e importante; a lo que le puedes asignar un horario es a lo no urgente pero sí importante; podrás delegar lo que sea urgente, pero no importante; aunque es importante eliminar lo que no es importante ni urgente.
No todo en tu día es trabajo: Reconoce que ir al supermercado es una labor para la casa y no precisamente para ti. Debes tener un momento para mirarte, porque eres tu activo más importante. Si no descansas y no recargas energía, si no tienes cuidado en tu salud mental o física, llegará el estrés o la irritabilidad, que evitarán que puedas concentrarte.
Respeta tus horarios: Si definiste tres horas para tus actividades de trabajo y no terminas en ese tiempo, pásalo para el día siguiente. No rompas la agenda. Una práctica importante es que al definir cada tarea también le asignes cuánto tiempo te llevará hacerlo, de esta manera te podrás concentrar y serás más realista con tus avances.
Ocupa las alarmas: Normalmente se ponen para iniciar una actividad, aunque es igual de importante tenerlas para detenerte. Nuevamente se trata de respetar los tiempos que te impusiste.
Sé flexible, pero no retrocedas: Ante la conexión que tenemos con otros, existen horarios diferentes para las prioridades en las agendas de los demás, así que podrán requerir algo de nosotros en el tiempo que ya no tenemos destinado para ese pendiente. Haz un espacio para tomar esa llamada urgente, aunque se salga de tu rutina, pero no lo conviertas en algo diario.
Reconoce la calidad: Ahorrar el tiempo es hacer las tareas rápido, pero gestionar el tiempo es hacer tus actividades con eficacia y eficiencia al mismo tiempo.
Trabaja sin interrupciones: Concéntrate en cada tarea. En la medida de lo posible desconéctate para que el tiempo que vas a dedicar a una actividad sea realmente para ello. Cuida los detalles como la luz, los sonidos, las notificaciones del celular.
Sé empática contigo: Reconoce que estás avanzando, pero comprende los plazos. Está en boga ser multitasking, pero realmente ¿cuánto de lo que haces al mismo tiempo lo disfrutas o concluyes al 100%?
Crea sinergias: El trabajo compartido, cuando alguna acción está más allá de tu tiempo o habilidades, es básico para cumplir también con tus proyectos y plazos.
“La Agenda Querida me permitió comprobar mi método, para después compartirlo con más mujeres y darme cuenta que este sentimiento de frustración, baja autoestima, falta de capital para iniciar un proyecto o falta de organización para emprender, eran problemas que compartíamos. Fui mi propio conejillo de indias, pero este proceso me hizo conocer mis hábitos, saber que si quería ser exitosa debía cambiar algunos y estructurarme”, comparte la mercadóloga.
La Agenda Querida 2024 todavía se encuentra disponible, aunque será en septiembre próximo cuando se realice la preventa de la versión 2025, que, como cada año, tendrá como invitada especial a una ilustradora mexicana en el diseño de la portada y los separadores de cada mes. Se distribuye a través de Amazon, Gandhi, El Péndulo, página web de Querida, concept stores y embajadoras de la marca en México y Estados Unidos.
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