POR: AGENCIA
FOTO: CORTESÍA
Si alguien se ha robado las miradas en estos Juegos Olímpicos de Invierno fue el patinador artístico Yuzuru Hanyu, el llamado “Príncipe del hielo”. Si bien en esta edición, que se está celebrando en Pekín, China, se quedó fuera del podio, a sus escasos 27 años ya es toda una leyenda del deporte.
El japonés se fue con las manos vacías en la búsqueda por su tercera presea áurea consecutiva. Sin embargo, pocos saben que su participación en unos JJ.OO. de Invierno por tercera ocasión ya es de por sí un triunfo, pues desde pequeño padece una de las enfermedades crónico-respiratorias más comunes: asma.
Cuando los niños como Hanyu son diagnosticados con esta afectación, los padres suelen creer que no es posible realizar ningún tipo de actividad física por su condición, y mucho menos de manera profesional, debido a los síntomas como opresión torácica, sibilancias, tos y falta de aire. Sin embargo, el amor por el deporte y el talento innato son un motor para salir adelante de este desafío.
A Yuzuru le detectaron este padecimiento alrededor de los 5 años, lo cual es muy común, pues “datos de la Secretaría de Salud nos indican que, en México el 80% de los adultos que padecen asma, manifestaron síntomas desde los primeros cinco años de vida”, comenta el Dr. Said Arablin, médico alergólogo e inmunólogo pediatra y gerente médico para Sanofi Genzyme. Cuando Hanyu cumplió los 14 años, ya se había convertido en vencedor junior de eventos de categoría como el Grand Prix, preparando la pista perfecta para sus primeros Juegos Olímpicos exitosos, en Sochi 2014.
Dos años después, dotado de una estructura física delgada, flexibilidad que le permitía realizar piruetas con facilidad, aunado a su equilibrio y fuerza, Hanyu se convirtió en el primer patinador en hacer un salto cuádruple bucle. No conforme con eso, la jornada de los Juegos de Pekín 2022, tenía un objetivo claro: clavar un “cuádruple Axel”, un salto con 4.5 rotaciones sobre hielo, pero que como tragedia griega, simplemente cayó en la pista para luego rehacerse y acabar el acto con una buena ejecución. Sin importar lo que ocurrió en esta justa olímpica invernal, Yuzuru ya hizo historia en el deporte.
Y es que es justo decir que no todo ha sido color de rosa para Hanyu, pues en el reciente Campeonato Mundial de Patinaje Artístico de 2021 tuvo un ataque de asma y temeroso del “qué dirán” se negó a dar más detalles sobre lo que, para él, podría significar una excusa dado su nivel de autoexigencia. Crisis como esa nos demuestran que tuvo que superar rivales dentro y fuera de la pista para tener una carrera victoriosa, a base de pasión, perseverancia y, desde luego, un adecuado control de su enfermedad.
“Al ser un deporte de resistencia, el patinaje artístico podría haber sido un arma de doble filo para Yuzuru, pues se requiere un alto nivel de preparación para asegurar que el cuerpo pueda sostener el ejercicio durante un tiempo prolongado. Pero con supervisión médica, es posible que los niños con asma puedan tener contacto con una disciplina a nivel profesional, ya que el ejercicio no solo mejora la capacidad aeróbica, sino que es parte del tratamiento integral”, explica el Dr. Arablin.
Y como si el asma no fuera suficiente, en 2011 se enfrentó a otro reto extradeportivo: cuando se encontraba patinando en su natal Sendai, ocurrió el terremoto en la región de Tohoku que destruyó su lugar de entrenamiento. Pero eso no fue obstáculo para el héroe japonés, ya que durante ese tiempo continuó participando en eventos deportivos para recaudar fondos en apoyo a las víctimas.
Estas condiciones ajenas al deporte no solo han sido desafíos que lo han puesto en el filo de la pista. Cuando la carrera de Hanyu estaba en pleno apogeo, el año pasado, el bicampeón olímpico de patinaje decidió no competir en los Grand Prix, una serie de competiciones internacionales, argumentando que padecía asma y era más propenso a contraer infecciones respiratorias como COVID-19.
A pesar de que declaró sentirse como un “anciano” por verse obligado a reducir sus entrenamientos, no fue impedimento para redescubrir su amor por el patinaje artístico y llegar a la final de los JJ.OO. 2022, en donde probablemente fue su “último baile” sobre la resbaladiza pista helada, cerrando con broche de oro su supremacía olímpica.
Así, la trayectoria de este patinador no solo se inmortalizó en la historia del deporte, sino que también dejó huella en chicos y grandes, para demostrar que el asma no es una limitante cuando se trata de seguir tus sueños.
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